Resumen: La sentencia del Juzgado de lo Social n.º 2 de Donostia-San Sebastián declaró procedente el despido objetivo de la trabajadora, argumentando que la extinción del contrato se basaba en causas objetivas de índole económica, productiva y organizativa, debido a la externalización del departamento de ventas tras un acuerdo con un distribuidor. La parte recurrente sostiene que no se han probado las dificultades económicas que justificarían el despido y que la decisión de la empresa responde a una mera reorganización interna. El TSJ, al examinar los hechos probados, concluye que la empresa no ha demostrado la existencia de una causa objetiva suficiente que justifique la extinción del contrato, ya que no se acreditan pérdidas o una disminución persistente de ingresos. Por lo tanto, se estima el recurso, revocando la sentencia anterior y declarando el despido como improcedente, condenando a la empresa a optar entre la readmisión de la trabajadora con abono de salarios de tramitación o el pago de una indemnización.
